El proyecto consistió en la instalación de centros de refrigeración solar en las islas Robinson Crusoe y Alejandro Selkirk donde habita una comunidad dedicada a la pesca artesanal. El propósito de la iniciativa consistió en facilitar a la comunidad un espacio para la refrigeración y conservación de productos marinos tales como: langosta, pescado, pulpo, cangrejo, entre otros.
La iniciativa permite fortalecer el desarrollo económico local del archipiélago aumentando su autonomía energética, reduciendo su huella de carbono y apoyar al sindicato de pescadores en el mantenimiento de su certificación de pesca artesanal sustentable.
El financiamiento apalancado para estas intervenciones fue de $46.500.000 en total, el cual fue otorgado por el Ministerio de Energía, mientras que la ejecución estuvo a cargo de EGEA ONG, EBP Chile, la municipalidad de Juan Fernández y el Sindicato de Pescadores del Archipiélago.